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Factores que repercuten en el rendimiento académico en matemáticas: ¿Cómo mejorarlo?

Noelia Ramos Gaspar

Publicado el 16/03/2021 18:03

Un profesor no nace siendo un fantástico docente, para ello necesita primero una base sobre la que construirse a sí mismo como docente y con ayuda de la experiencia mejorará cada día. A veces, incluso con años de experiencia es difícil detectar cuáles son esos factores que están repercutiendo en el rendimiento académicos de los alumnos en matemáticas, esa asignatura que tanto rechazo presentan el alumnado.

 

Existen múltiples factores que pueden repercutir en la mejora del rendimiento académico en clase, PISA analiza muchos de ellos, pero principalmente nos vamos a centrar en aquellos que se encuentran más relacionados con el aprendizaje de las matemáticas. Para corroborar si verdaderamente estos factores considerados afectan verdaderamente al rendimiento académico se ha realizado un análisis estadístico con el uso de los resultados de informe PISA en los últimos años.

Lo primero es analizar quienes son y cómo se comportan el sujeto de nuestro análisis.

 

¿Quiénes son los adolescentes?

En el día a día, la mayoría de los ciudadanos tenemos preconcebida la idea de que la adolescencia es una etapa mala de la vida en la cual se comportan de manera rebeldes con sus padres, están enfadados continuamente y realizan vandalismo. Esta etapa es definida en psicología como un periodo de la vida en el cuál se van a presentar con frecuencias conflictos familiares y sobre todo una gran cantidad de problemas emocionales y conductuales. Es el caso de algunos autores como Anna Freud que denominó a la adolescencia periodo “storm and stress”.

 

En primer lugar, yo me plantaría ¿por que se comportan así? Todos hemos pasado por esta etapa, y podremos recordar que es una etapa en lo que rige tu vida la duda, la incertidumbre, muchas preguntas que se te plantean día a día a las cuales piensas siempre que tus padres no van a tener la respuesta porque ellos no te comprenden, solo serán tus compañeros que se encuentran viviendo la misma etapa (Oliva, 2003).

No es solo la gran incertidumbre en la que se vive, que es como coger un ovillo de lana completamente liado y sin poder encontrar ni la punta para empezar a desliarlo, sino que para un adolescente existen problemas, problemas los cuales nosotros consideramos que son tontería, pero para ellos son problemas tan grandes como cualquier problema que nosotros tengamos a una edad más avanzada. Esto es algo que hay que empezar a entender y ponernos en la piel de nuestros alumnos adolescentes, tenemos que darles importancia a sus problemas, si los despreciamos y decimos que no son importantes no estaremos cercanos a ellos y al contrario les haremos sentir más frustración (Oliva, 2003)

Principalmente para conseguir un buen aprendizaje, que sea duradero en el tiempo tenemos que tener siempre en cuenta que se encuentre presente en nuestra clase la competencia aprender a aprender. Para que se pueda llevar a cabo esta competencia necesitamos que nuestros alumnos participen, sin la participación no vamos a poder alcanzarla, por lo tanto, tenemos un primer objetivo en nuestra aula: conseguir una participación activa de nuestro alumnado que nos va a llevar a obtener un aprendizaje significativo a través del desarrollo de la competencia aprender a aprender, pero nos podemos plantear si solo es importante el aula para el alumno, o hay que usar más lugares (Meliá, 2012)

El escenario del profesor

En un primer momento el profesor se debe plantear para qué sirve su trabajo y una vez obtenida la respuesta el objetivo será alcanzarla y conseguir ese ¿para qué?, por lo tanto, la función de un profesor es encontrar el medio para conseguir alcanzar la respuesta que ha conseguido encontrar.

Lugar de aprendizaje

Si nos preguntamos ¿dónde enseñar?, en un primer momento a todos los profesores se nos viene a la cabeza que el sitio donde se enseña es el aula, pero si indagamos no es el único sitio que se utiliza en estos momentos.

Enseñar es la acción que se realiza por parte del profesor para que el alumno aprenda, y el alumno pueda aprender mediante vivencias, desarrollándose lo que se conoce como una psicología cognitiva. En mi opinión, el aprendizaje fuera del aula es mucho más significativo para el alumno, el poder vivir experiencias es realmente lo que te marca un conocimiento más duradero y a la vez la forma que mejor se siente el alumno aprendiendo (Delors, 2013).

Obviamente no podemos tener a los alumnos todos los días de excursión y ser el exterior el lugar donde ellos únicamente aprendan, ya que no solo tienen una asignatura y no todo se puede aprender de esa manera, necesitamos también el centro para enseñar, pero dentro de un colegio no solo hay aulas con mesas, sillas y una pizarra, también tenemos laboratorios agrupados con mesas diferentes y materiales de utilización científica, todo estos espacios hay que utilizarlos; (Delors, 2013).

Si tenemos en cuenta que otros de los factores que pueden repercutir en el rendimiento académico es lo que los alumnos aprenden o trabajan fuera de clase sobre la materia, esto nos daría la posibilidad de introducir en nuestros análisis numerosas variables relacionadas con este ámbito desde la disponibilidad de ordenadores, escritorio, sitio de estudio… Por lo tanto, es importante analizar en primer lugar si existe un aprendizaje fuera del aula por parte del alumno y cómo repercute este en el aprendizaje de matemáticas.

La participación

La participación es uno de los factores claves para desarrollar la competencia aprender a aprender, si conseguimos que se cumpla esta competencia sería una de las estrategias para conseguir un aprendizaje más significativo y, por lo tanto, a la hora de presentarse a los exámenes de prueba PISA en la competencia de ciencias se obtendrían un mayor rendimiento académico. Para conseguir esta participación en el aula existen numerosas estrategias, pero principalmente serían las tratadas a continuación:

Clase magistral VS Clase participativa

En primer lugar, hay que saber cómo queremos que sea el lugar donde se va a enseñar. Existe una diferencia entre una clase magistral y una clase participativa (Morell, 2009), pero realmente ¿Cuáles son las características de cada una?

Existe numerosas interpretaciones para una clase magistral, en algunos casos es muy despreciada y se entiende que en las clases magistrales no se lleva a cabo procesos de participación de los alumnos para la adquisición de los conocimientos, sino que el profesor es el transmisor de estos y el encargado de que se comprendan (Morell, 2009).

Si nos encontramos en un aula en la cual el profesor va a impartir una clase magistral durante una hora sobre un tema de matemáticas, obtendremos los siguientes resultados mostrados imagen de la derecha, extraídos de (Santos, 2015).

Imagen 1 Situación en la que se encuentran los alumnos de una clase magistral de matemáticas.

Datos extraídos https://eduwells.com/2014/09/08/stop-teaching-start-learning/

 

Lo que se observa es que, de toda la clase, están participando activamente un 10%. Frente a este problema tenemos que ser consciente que las épocas cambias y esto conlleva a una actualización en la enseñanza para conseguir adaptarlas a las necesidades de los alumnos (Santos, 2015).

Imagen  SEQ Imagen \* ARABIC 2 Tipo de clase que esperamos obtener. Esquema de elaboración propia

 

Podemos observar que las principales diferencias que encontramos entre los dos estilos de aula son que una tiene el profesor el máximo control de la palabra durante todo el tiempo que sería una clase puramente magistral que se resumiría como una clase leída, escuchada y memorizada, y el otro una clase participativa sería en la cual el profesor actúa de guía pero los alumnos van a intercambiar diferentes opciones que serán utilizadas para enfocar el aprendizaje de nuevos conceptos a partir de las dudas que ellos mismos se pueden plantear. Serían unas clases en la que se da, se recibe, se informa, y se discute diferente información (Morell, 2009)

Tabla 1 Ventajas de una clase participativa para los profesores y los alumnos.

 

Hay varias formas de que aprendan los alumnos, sí es cierto que mediante una clase magistral algo aprenden, pero no considero que sea la forma de aprender más cómoda ni mejor para los alumnos ni para el profesor. Conseguir una participación activa de los alumnos es bastante complicado y van a intervenir diferentes factores que repercuten en que los alumnos participen o no. Algunos de los factores que se van a tener en cuenta para que se de esta participación son los siguientes:

· Obtener un buen clima en el aula: los alumnos para poder participar tienen que sentirse cómodos en el lugar en el que se encuentran y para ello deben tener confianza tanto con sus compañeros como con el profesor. Además, valores psicológicos como son la autoestima y satisfacción con la vida del adolescente (Martínez-Antón, 2007).

 

En el buen desarrollo de la autoestima de los alumnos va a repercutir la relación de los alumnos con los profesores, los cuales tienen una gran influencia en sus vidas ya que según varios estudios se ha observado que los adolescentes realizan juicios de autovaloración en función de los feedback que han recibido tanto de los contextos de la familia, como la escuela y las redes sociales. Estas autoevaluaciones que se hacen van a repercutir en la calidad de vida del adolescente.

 

  • Ser conscientes de la importancia de la participación en el aula tanto para la obtención de un buen aprendizaje como para tener clases más dinámicas mediante la inclusión de esta en la evaluación, ya que si queremos que estén los alumnos activos hay que incluirlo en la evaluación puesto que por lo general los alumnos son pasivos y suelen hacer solo lo que sea necesario para aprobar la asignatura (Morell, 2009).

 

  • Importancia de un buen desarrollo de actividades en las que fomenten la unión de grupo y la importancia de la participación de todos los miembros de los equipos para así de cierta manera crear una obligación de los alumnos a participar y que sientan que su participación es importante para la obtención de los resultados grupales y que conlleve una involucración de los alumnos para realizar las actividades y trabajos en grupo (Morell, 2009)

 

  • Organización del aula, si queremos que un aula sea participativa y se fomente la competencia aprender a aprender necesitamos una nueva organización del aula, ya que si queremos trabajar en grupo debe estar ya preparada el aula para ello como pueden ser las aulas organizadas en mesas de grupo de cuatro alumnos los cuales pueden ir variando a lo largo de cada semana (Morell, 2009).

 

·.     La motivación: va a ser muy importante, si conseguimos aumentarla vamos a aumentar inmediatamente la participación, en concreto vamos a distinguir dos tipos de motivación necesarias para que se lleve a cabo este proceso de aumento de la participación (Ballester, 2005):

o Motivación intrínseca: es un tipo de motivación en el cuál el profesor va a motivar al alumno para hacer las actividades, las cuales le tienen que resultar atractivas, interesantes y divertidas (Ballester, 2005).

o Motivación extrínseca: no se encuentra tanto en manos del profesor, pero puede fortalecerla por parte de la familia la cuál recompensaría los esfuerzos realizados por los alumnos y los resultados obtenidos con diferentes premios. Este tipo de motivación va a permitir un mejor rendimiento escolar del alumnado el cuál se encontrará más motivado, facilitando así su aprendizaje (Ballester, 2005).

 

  • Utilización adecuada de diferentes materiales, para aumentar la participación no es solo importante la utilización de medios audiovisuales, sino que se use adecuadamente. En el caso de los videos, pueden ser un buen medio de aumento de la participación, ya que muestran mucha información y permiten la interpretación diferente por cada uno de los alumnos dando posteriormente un tiempo para debatir sobre la información obtenida, sin embargo, si se utiliza videos con una gran duración y complejidad conllevará a que los alumnos dejen de estar interesados y bajen su participación no sirviendo de nada el video.

Teniendo en cuenta todos estos factores y aumentando la participación mejoraremos notablemente el rendimiento académico de nuestro alumnado.

Referencias Bibliográficas:

Oliva, A. (2003). Adolescencia en España a principios del siglo XXI. Cultura y educación, 15(4), 373-383.

Delors, J. (2013). Los cuatro pilares de la educación. Galileo, (23).

Meliá, J. M. J., García-Bellido, R., & González-Such, J. (2012). Evaluar la competencia aprender a aprender: una propuesta metodológica. Profesorado. Revista de Currículum y Formación de Profesorado, 16(1), 103-123.

Santos, Diego. Junio 29, 2015. Cuatro pilares para incrementar la participación escolar. Lugar de la publicación Goconqr. Recuperado de https://www.goconqr.com/es/examtime/blog/participacion-escolar/

Martínez-Antón, M., Vázquez, S. B., & Cava, M. J. (2007). La satisfacción con la vida en la adolescencia y su relación con la autoestima y el ajuste escolar. Anuario de psicología/The UB Journal of psychology, 38(2), 293-303.

Morell, T. (2009). ¿Cómo podemos fomentar la participación en nuestras clases universitarias?. Marfil.

Ballester Vallori, A. (2005). El aprendizaje significativo en la práctica. In V Congreso Internacional Virtual de Educación.

 

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