Imagen generica
¿Aún no estás registrado?
Regístrate ahora, son 2 minutos

¿Son realmente nuestras aulas inclusivas?

María Bienvenido Rodríguez

Publicado el 23/03/2019 15:03

Cuando hablamos de inclusión, todos y todas pensamos en un aula llena de diversidad, niños y niñas compartiendo un espacio único, conviviendo en armonía y aprendiendo unos y unas de otros y de otras. Sin embargo, poco se habla de la diversidad de género y afectivo-sexual.

Como futura docente, he tenido la oportunidad de acudir a un aula cada mañana durante dos trimestres, observando y conociendo a cada alumno y alumna, aprendiendo de ellos y de ellas y poniendo en práctica todo lo que me habían enseñado en mi formación; sin embargo, me di cuenta de que la inclusión no solo era aceptar al otro y a la otra sin importar sus NEE o NEAE, sino que también supone aceptar sin igualdad de sexo o de género.

El alumnado transexual en la escuela: Una nueva realidad

Poco se habla del alumnado transexual que acude al aula diariamente, en una sociedad que aún necesita prosperar armonía y respeto a sus iguales y es que, según recogía el Instituto Nacional contra la discriminación, la xenofobia y el racismo (INADI) y el Instituto Nacional de Estadística y Centros (INDEC) en un estudio realizado en 2012 a 209 personas transexuales, tan sólo el 1,9% de los y las encuestados y encuestadas consiguió finalizar sus estudios Universitarios, mientras que tan sólo un 14,8% completó los estudios secundarios.

Esta situación ocurre a consecuencia del acoso, la discriminación y el bullying que experimentan los educandos. De hecho, de 209 participantes, los hombres transexuales fueron los más discriminados en la escuela, con un total del 56,3%.

Asimismo, el temprano abandono de los estudios propicia que gran parte del colectivo transexual presente dificultades a la hora de encontrar trabajo, encontrándose obligados y obligadas a desempeñar empleos de manera autónoma. Sin embargo, en la gran mayoría de ocasiones, gran parte de personas transexuales se ve obligada a ejercer la prostitución para poder recibir alguna remuneración económica. Datos recogidos por el INDEC y el INADI muestran que durante 2012, un 74% se dedicaba a la prostitución, puesto que son estos puestos laborales los que más demandan la presencia de personas del colectivo LGTBI, en especial las personas transexuales por el  "morbo sexual" que crean en los clientes (Ángel González, Portavoz de la Asociación de Transexuales de Andalucía-Silvia Rivera) que regentan los prostíbulos. Asimismo, el diario El Litoral (2018), reconoce que la  situación laboral supone un impedimento para casi el 98% de la población trans solo en nuestro país.

Por consiguiente, esto tiene su base en las escuelas, las cuales presentan una tarea pendiente en cuanto al acondicionamiento de las aulas para el alumnado transexual. Por supuesto esto no quiere decir que no existan centros educativos que velen por una correcta educación, libre de prejuicios y que garantice la igualdad de oportunidades a todo el grupo de alumnos y alumnas sin importar su identidad de género, no obstante, son pocas las escuelas que brillan por su puesta en marcha y es que, de acuerdo con García (2018, p.4):

A nivel de toda la sociedad, existe una gran falta de información sobre transexualidad que, unida a la estigmatización sistemática que han sufrido las personas transexuales, hace plantearse el acompañamiento de una niña, niño, niñe o adolescente transexual como un gran reto de enorme dificultad, pero lo cierto es que, superando la primera etapa en la que la formación sobre la identidad sí es fundamental, lo que va a necesitar el alumnado transexual no es, ni mucho menos, nada complicado de ejecutar. La infancia y juventud trans necesita las mismas cosas que la infancia y juventud cis, es decir: respeto, apoyo en los momentos específicos en los que se requiera y disfrutar de los mismos derechos y obligaciones que el resto del alumnado, ni más ni menos.

Por tanto, siguiendo a esta autora, necesitamos una formación tanto inicial para el profesorado en formación como para el profesorado en activo, no solo para atender mejor al alumnado en su totalidad, pertenezca o no al colectivo transexual, sino para aprender a ver el mundo con otros ojos y entender que la sociedad nunca ha sido binaria, sino que siempre han existido diferentes identidades sexuales alejadas de las normativas, es decir, las que identifican al hombre como figura sexual masculina que desempeña un rol de género masculino y a la mujer como figura sexual femenina que desempeña un rol de género femenino. Para facilitar la comprensión, ilustraremos nuestra idea en la Imagen 1.

 

Imagen 1. Clasificación Diversidad de género y Afectivo Sexual (Elaboración propia)

 

Con esto queremos hacer entender que un hombre puede desempeñar roles de género femeninos y sentirse o no sentirse identificado con una identidad sexual femenina y a su vez una mujer puede desempeñar roles de género masculinos y sentirse o no identificada con una identidad sexual masculina.

Por tanto, lo que queremos reivindicar con este artículo no es más que una mejora en la atención al alumnado transexual, puesto que de entre todas las identidades de género presentes, la transexualidad está comenzando a ser cada vez más visible y es que en palabras de Platero (2014, p.184) “la transexualidad y las rupturas de normas de género están siendo más visibles en la sociedad del Estado español que en ningún otro momento”.

Por ello, pretendemos dar voz a los alumnos y las alumnas transexuales en la escuela, para garantizar una educación de calidad y verdaderamente inclusiva, que permita una estancia deseable y próspera a todos y todas, ellos y ellas, evitando las situaciones de discriminación y de violencia, dado que desde el aula debemos educar en el respeto, la tolerancia y la inclusión y hacer ver, tanto a los educandos como a las familias, que los modelos familiares están cambiando pero no por ello debemos rechazar lo diferente, sino colaborar para que los centros educativos sigan siendo un espacio de paz para todos y todas y cada vez sea más común ver niños y niñas transexuales siendo tratados como lo que son, niños y niñas.

 

Bibliografía:

 

García, S. (octubre, 2015). “Disforia” no es sinónimo de “transexualidad”. Chrysallis. Recuperado el 22 de marzo de 2019 de https://chrysallis.org.es/disforia-no-es-sinonimo-de-transexualidad/

González, A. (15 de marzo de 2019). ATA: Colectivo trans. Jornadas LGTB Cádiz. Asociación de Estudiantes de Medicina de Cádiz.

INADI e INDEC (2012). Primera Encuesta sobre Población Trans 2012: Travestis, Transexuales, Transgéneros y Hombres Trans. Informe Técnico de la Prueba Piloto Municipio de La Matanza 18 al 29 de junio de 2012. Recuperado el 23 de marzo de 2019 de http://www.trabajo.gov.ar/downloads/diversidadsexual/Argentina_Primera_Encuesta_sobre_Poblacion_Trans_2012.pdf

Platero, R. (L.) (2014). La agencia de los jóvenes trans para enfrentarse a la transfobia. Revista Internacional de Pensamiento Político, 9, 183-193.

5
“¿Te ha parecido interesante este artículo? ¡Dale a me gusta!