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Pedagogía para la paz

Melania Pérez García

Publicado el 24/10/2023 13:10

Hay quienes piensan que, por naturaleza, somos 50% hijos de Dios y 50% hijos del diablo. ¿Será eso cierto?

Pues claro, no hay más que ver las noticias... ¿no?

Rutger Bregman, en su maravilloso libro “Dignos de ser humanos” desmiente ese segundo 50%; es decir, las personas no somos malas por naturaleza, la educación informal que recibimos tiene mucho que ver. Dentro de este concepto tan empleado en pedagogía, me atrevería a señalar una nueva visión tan influyente en las personas que cada vez nos divide más; la política. ¿Cómo afecta la política en nuestra educación y a nuestra forma de ser? ¿Por qué nos dejamos arrastrar por ella hasta el punto de crear una guerra, incluso, en nuestro microsistema? 

Las personas, en su mayoría, nos dejamos guiar por aquellas opiniones que consideramos más afines a las nuestras. Hay quienes aprovechan esa información para llevarnos a su terreno con falsas ideas y/o información obsoleta, la misma que no contrastamos y que es transmitida desde el lenguaje verbal (con gestos de desprecio o aceptación hacia lo que se oye), desde las imágenes y los colores de las campañas y, por supuesto, a través de las redes sociales.

Es asombroso lo que podemos llegar a discutir con personas desconocidas sobre cosas que no sabemos, para defender a otras que tampoco conocemos pero que nos tienen embelesadas, o porque, simplemente, no queremos dar nuestro brazo a torcer.

 

       

Freep!k (2023)

 

La revista Forbes (citado en Iddigital School, 2022), señala cuatro palabras que desde la visión política se contemplan como iguales: “persuadir, convencer, manipular y comunicar”, de manera que aquello que recibimos como información realmente está lanzado para manipular a las masas. Este hecho surte efecto debido varios condicionantes, como son: se dirigen a un público desinformado y que no cuestione; nos hacen creer que comparten intereses y necesidades; emplean ideas repetidas una y otra vez, que no solucionan nada y que el resto de seguidores repetimos como loros; y se presentan como víctimas de sus oponentes. 

Pero la realidad es otra muy diferente. Bregman (2021) hace referencia a un estudio realizado por Keltner (p.262), el cual indica que las personas con poder “son más egoístas, más temerarias, más arrogantes, más narcisistas y más groseras que la media”, y por consiguiente, tienen menor capacidad para empatizar. De la misma manera, hace hincapié en que “tienden a pensar que la mayoría de la gente es vaga y poco fiable, y llegan a la conclusión de que hay que dirigir, espiar, manipular, regular, censurar y dirigir a los demás”. (p. 263)

Si el mundo está regido por personas poderosas que gobiernan Estados y multinacionales, teniendo en cuenta la información que acabamos de leer, ¿en qué lugar quedamos las demás? Pues estamos en aquel al que somos guiadas; al conflicto con quienes tenemos al lado o que ni siquiera conocemos, al odio entre sexos por difundir ideas falsas para ponernos en contra, al rechazo a otras culturas por miedo infundado, y así un largo etcétera.

Para avivar esa llama están los medios de comunicación y las redes sociales. Los primeros, además del sesgo de información que realizan, emiten más información negativa que positiva, ya que impacta más en nuestro cerebro. Este hecho genera más consumo de noticias, lo que se traduce en dinero. Y las segundas, Bregman (p.439) las define como “pequeño grupo de troles que escupen sus babas desde la distancia”. Las redes son espacios que permiten lanzar información. Cualquier persona puede opinar sobre el tema destacado, tenga o no conocimientos al respecto. Estas ideas son reproducidas por otras, y así se consigue entrar en un bucle de información falsa que causa daños graves en la sociedad. De esta manera, los algoritmos de las redes sociales captan nuestros intereses y los magnates de las RRSS “se benefician de nuestro sesgo de negatividad” (p.439).

 La maña (2021) 

 

 

¿Y qué podemos hacer para acabar con este malestar y vivir en paz? La respuesta, como casi siempre, está en la educación; hacer una pedagogía para la paz. 

Las bases para sembrar esa pedagogía son infinitas. Puesto que aquí nos centramos en la educación informal que transmite la política, podríamos intentar combatirla de distintas maneras, por ejemplo:

 

  1. 1. Difunde información veraz. Alguien dijo alguna vez algo así como ”no te dejes distraer por lo que quieres creer”. Seamos humildes, conscientes y realistas. Demos nuestro brazo a torcer cuando nos equivoquemos.                                                           

  2. 2. Desmiente bulos. Recuerda que una mentira dicha mil veces se convierte en una gran verdad, y eso puede llegar a ser muy muy peligroso.

Bregman ha hecho un maravilloso trabajo en su libro "Dignos de ser humanos" desmintiendo hechos históricos que ponían de manifiesto la maldad humana. El problema es que en su momento fueron tan acogidos por la sociedad que para cuando se desmintieron ya habían calado hondo. Un ejemplo de ello es aquel tratado político llamado “El príncipe”, creado por Maquiavelo (citado en Bregman, 2021) en el siglo XVI, que contempla frases tan oídas en la actualidad como “para llegar a algún sitio en esta vida hay que mentir y engañar” (p.259) o “la gente es desagradecida, (...) hipócrita, cobarde y avariciosa” (p.260). Frases que atentan tanto a la condición humana como esa de “el fin justifica los medios”. Este ejemplar terminó en manos de personajes como el secretario general de Stalin, Churchil, Mussolini y Hitler, entre otros, lanzando juicios recibidos y aceptados por sus seguidores. El maquiavélico autor también pensaba que tener una infancia dura hace a la persona adulta grande y poderosa (algo que rompe con los cimientos de la pedagogía). En relación a esta idea, cabe mencionar a otro personaje destacado; Francisco Franco. Existen escritos que analizan su niñez y su posterior vida adulta desde la visión de Maquiavelo. Se concluye que debido al carácter agrio y violento de su padre, se formó la personalidad del dictador. Así que, por favor, mucha delicadeza con la educación que se imparte, que ya sabemos cómo termina la historia. 

 

El daño que hace a la sociedad ese tipo de literatura es tremendo.

 

  1. 3. Trabaja el autocontrol y la rabia. No siempre tenemos la razón o no siempre merece la pena pelear por ella (a pequeña escala). Piensa en qué te aporta discutir sobre política. Si es solo para hacer crecer tu ego, te en cuenta qué dejas atrás en el intento. Tu salud mental es más importante.                                                                               

       Storyset (2023) 

 

  1. 4. Respeta (aunque no soportes a la gente). Si dejamos de mirar a las personas como a seres humanos, si les quitamos su dignidad, se perderá de vista el concepto de humanidad y empezaremos a tratarlas como si fuesen “cosas” que carecen de sentimientos.   

  2. 5. Haz cosas buenas. Hazte y haz la vida más fácil. “Si te camuflas sobre una máscara de egoísmo, lo que haces es reforzar la imagen cínica que tienen los demás del ser humano”. (Bregman, p.443). Del mismo modo que el efecto nocivo es contagioso, la amabilidad también lo es.  

 

Decenas de ejemplos de maldad humana han sido contrastados y desmentidos por Bregman y, gracias a ello, podemos afirmar que las personas no somos crueles por naturaleza y que el mundo, con un poco de empeño, se puede cambiar.

 

Entonces, ¿es importante hacer pedagogía para la paz?

 

Si recibiéramos información veráz, si pensáramos en el resto de las personas como seres humanos y no como enemigas, si tuviésemos más contacto con otros individuos, si contrastamos los hechos antes de lanzar una opinión, …  posiblemente el mundo sería un lugar más tranquilo y pacífico. Un espacio en el que realmente guste estar.   

Recuerda que el bien es contagioso e incluso puede transmitirse a distancia. “El ser humano está cableado de tal forma que un simple acto de bondad puede enviar ondas eléctricas por todo nuestro cuerpo.” (Bregman, p.445)

 

                (gstudioimagen, 2023)

¿Te animas a hacer pedagogía para la paz?

 

Referencias bibliográficas:

 

Bregman, R. (2021). Dignos de ser humanos. Anagrama.

Freepik (2023) [Imagen]. 

https://www.freepik.es/vector-gratis/interfaz-telefono-movil-ciberacoso_8968610.htm#query=haters%20redes%20sociales&position=0&from_view=search&track=ais

La manipulación como arma política e ideológica. (28 de noviembre de 2022).  Id Digital School. Recuperado 18 de octubre de 2023 de   https://iddigitalschool.com/la-manipulacion-como-arma-politica-e-ideologica/

La Maña (2021). La manipulación política y la persuasión de masas [Imagen]. La Maña. Recuperado el 20 de octubre de 2023 de https://www.xn--lamaana-7za.uy/opinion/la-manipulacion-politica-y-la-persuasion-de-masas/

Villacañas Berlanga, J.L.  (2022). La revolución pasiva de Franco. https://aragon.ebiblio.es/resources/631f4ede95b91e00016f3117

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