El desarrollo tecnológico ha contribuido a transformar las prácticas educativas provocando que la educación se convierta en una de las preocupaciones principales de la sociedad del conocimiento. En la sociedad del conocimiento el saber se transforma en la mercancía más valiosa que se adquiere a través de la formación y la educación. En este sentido las TIC están reconfigurando los espacios educativos tradicionales y están provocando la aparición de las pedagogías y de las tecnologías emergentes, así como de nuevos escenarios educativos (aulas virtuales, las comunidades virtuales, etc.).

Las pedagogías emergentes se pueden definir como: “… el conjunto de enfoques e ideas pedagógicas, todavía no bien sistematizadas, que surgen alrededor del uso de las TIC en educación y que intentan aprovechar todo su potencial comunicativo, informacional, colaborativo, interactivo, creativo e innovador en el marco de una nueva cultura del aprendizaje” (Adell y Castañeda, 2012: p. 15).

Por otro lado, las tecnologías emergentes se pueden definir como como: “… herramientas, conceptos, innovaciones y avances utilizados en diversos contextos educativos al servicio de diversos propósitos relacionados con la educación.” (Veletsianos 2010, págs. 3-4). Este autor delimita sus características, poniendo de manifiesto que pueden o no ser nuevas metodologías, siendo entes en continua evolución y amparando que aún no han sido investigadas en profundidad en la generalidad de ocasiones.

Entonces, ¿Cuál es el plus de las TIC en la educación?

A la hora de responder a la cuestión hay que tener en cuenta como que el impacto de las tecnologías en la educación formal no se encuentra exclusivamente en las características de los recursos tecnológicos que se implementan en las prácticas educativas ni en los planteamientos o modelos pedagógicos sobre los que se fundamentan dichos recursos, sino en los usos pedagógicos de los mismos. En este sentido se podría decir que un aspecto del plus de la tecnología estaría estrechamente vinculado, desde mi punto de vista a algunos de los aspectos positivos de los entornos virtuales de aprendizaje:

• Amplían los roles del docente, alumno y personal de apoyo y los utilizan como medio de comunicación al servicio de la formación.
• Multiplican los entornos virtuales para la enseñanza y el aprendizaje sin restricciones de tiempo y espacio.
• Favorece el aprendizaje colaborativo, activo y protagonista del alumno.
• Aportan gran cantidad de herramientas y recursos que facilitan el campo de acción del docente.

Pero de la misma forma existen otros aspectos que perjudican:

• El exceso de información puede ocasionar sobrecarga y cansancio en el alumno.
• Una inadecuada planificación docente de las actividades puede desorientar al alumno causándole desmotivación y aburrimiento.
• Resistencia del docente y del alumno al uso de las nuevas tecnologías para el aprendizaje.
• Falta de recursos tecnológicos o mal funcionamiento de estos.

Sin embargo, es crucial que se abandone la concepción utilitarista de la tecnología como mero instrumento, lo que restringe la dimensión cognitiva, sensorial y social de esta y comenzar a pensar en enseñanzas mediadas por las tecnologías que supongan un uso pedagógico de los entornos virtuales. En este sentido de pensar en las enseñanzas mediadas por las tecnologías que supongan un uso pedagógico de los entornos virtuales podemos retomar la mirada de Gros (2015) cuando en su artículo “La caída de los muros del conocimiento en la sociedad digital y las pedagogías emergentes” nos habla sobre tres pilares fundamentales de los nuevos espacios formativos como son: el Aprendizaje sin costuras (Seamless learning), la Ecología del aprendizaje, y el Diseño del aprendizaje (Design Learning).

Aprendizaje sin costuras (Seamless learning)

La escuela ha de tener en cuenta que el alumnado ya no sólo aprende en el contexto físico y formal de la escuela y durante su período de escolarización y con los manuales o una única tecnología, es por ello por lo que con el concepto de “Aprendizaje sin costuras” hace referencia al proceso que implica aprender en cualquier espacio/lugar (físico o virtual), en cualquier momento, a través de diferentes contextos, a lo largo de la vida (life long learning) y mediante diferentes tecnologías.

Es decir, se trata de un proceso que está presente cuando una persona puede aprender bien de forma intencional o accidental y en cualquier entorno y momento, en el transcurso de la vida y por medio de diversas tecnologías. Se trata de una ubicuidad que supone una particular capacidad para la flexibilidad y la adaptación a diversos contextos y en constante movimiento. Los materiales de enseñanza se encuentran disponibles en todo momento y son accesibles desde cualquier dispositivo gracias a la tecnología.

Ecología del aprendizaje

En la actualidad el aprendizaje es multidireccional y multimodal y se concibe que forma parte de diferentes contextos socioculturales y no se percibe como algo que tiene lugar sólo en el ámbito de la educación formal, es a lo que se denomina Ecología del aprendizaje.

Es por ello por lo que las pedagogías emergentes hacen hincapié en la necesidad una circulación constante de creación de contenidos y de comunicación, en la que esté presente de forma importante un conocimiento que haya sido generado de forma conjunta mediante conversaciones con uno mismo y con los demás y en la que hayan participado los propios estudiantes.

Diseño del aprendizaje (Design Learning)

El diseño del aprendizaje remarca la necesidad de que cambie el rol de los docentes o educadores desde distribuidores de conocimiento a diseñadores del aprendizaje. En esta línea los educadores deben gestionar el aprendizaje más que administrarlo, es decir, se deben ocupar de proporcionar el acceso de los estudiantes a la información, así como de crear las mejores condiciones para que se produzca el aprendizaje de los estudiantes a través de la propuesta de actividades motivadoras, brindándoles los recursos y herramientas necesarias y, de esta forma, posibilitando que los alumnos investiguen, exploren, analicen y sinteticen, y en colaboración entre ellos, construyan su propio conocimiento a partir de la diversidad de fuentes disponibles.

Estas concepciones nos remiten al aprendizaje virtual, en particular al enseñar a aprender en la era digital, el e-learning. En la sociedad del conocimiento ha cambiado la concepción del aprendizaje y se ha puesto el énfasis el aprendizaje práctico (learning by doing), en las formas colaborativas de trabajo, en las comunidades de práctica y de aprendizaje, el aprendizaje multimedia y, de forma general, el aprendizaje centrado en los alumnos.

En este sentido puede surgir los siguientes interrogantes: ¿Aumentan las TICS la eficacia pedagógica?, ¿Propician una enseñanza poderosa?

Para dar respuesta a estos interrogantes es preciso resaltar la importancia de la tecnología no solo como instrumentos para el aprendizaje, sino como herramientas que pueden llegar a proporcionar experiencias de aprendizaje significativas, examinar qué decisiones han de tomar los docentes en su praxis para propiciar una enseñanza poderosa, así como reflexionar acerca de la adaptación cognitiva continua que requiere el desarrollo de escenarios virtuales educativos.

Decisiones que el docente ha de considerar para que una práctica educativa implique una enseñanza poderosa.

Las decisiones que el docente debe considerar para que una práctica educativa pueda resultar una enseñanza poderosa aluden a dos tipos de inclusiones de la tecnología en las prácticas docentes:

• Efectivas, de uso superficial, no buscan la mejora de la práctica educativa e incluso producen un empobrecimiento pedagógico.
• Genuinas, ejecutadas con intenciones explícitas, favorecen la comprensión de contenidos y alcanzan el orden epistemológico.

En este sentido se pone de manifiesto que en la actualidad el conocimiento se construye atravesado por las nuevas tecnologías tanto de forma disciplinar como no disciplinar; la inclusión genuina debe contemplar este hecho y comprenderlo, incluyendo los sentidos: epistemológico, en el reconocimiento de la creación del conocimiento en su contemporaneidad tecnológica; y cultural, en el reconocimiento de los modos de relacionarse, interactuar, conocer y aprender de los alumnos.

Un rasgo para destacar es como la eficacia pedagógica no está estrechamente vinculada con el nivel de dotación tecnológica en una institución o contexto determinado. En la línea que se comentaba anteriormente para que la enseñanza mediada por tecnologías sea poderosa ha de poseer rasgos como: un abordaje teórico actual, permitir pensar al modo de la disciplina, mirar en perspectiva, estar formulada en tiempo presente, ofrecer una estructura que en sí sea original, conmover al alumno y perdurar en el tiempo.

Sin embargo, a pesar de que la enseñanza poderosa puede crearse en el contexto actual donde las tecnologías están entremezcladas con el conocimiento y la cultura, es imprescindible dotarla de un sentido didáctico. Por tanto, los docentes han de tener en cuenta los nuevos entornos tecnológicos (redes sociales, videojuegos, etc.), los ambientes de alta disposición tecnológica y las posibilidades que estos les brindan a la hora de diseñar sus propuestas curriculares, asumiendo un rol de gestadores y difusores de ese conocimiento en construcción.

El desarrollo de escenarios virtuales educativos: la adaptación cognitiva continua.

Eisner nos habla del papel de los sentidos en la formación de concepciones y de las formas de representación, de la cognición y de la afectividad. Este autor plantea que la tecnología puede tener una relación potente con la cognición. La cognición no es solo racional, sino que también está relacionada con la afectividad y lo emocional, por lo que se hace necesario buscar ciertas condiciones para que la cognición funcione, ya que esta va acompañada de un conjunto de sensaciones que van articuladas para que fluya.

Según Eisner los seres humanos razonan sobre el mundo y lo comprenden de diferentes maneras, estas se manifiestan en formas de representación que pueden utilizarse. El autor señala que los principales objetivos de la educación son la expansión y la profundización de los sentidos, desde ahí que las propuestas curriculares deben brindar una amplia oportunidad para que los alumnos puedan “alfabetizarse” en diversas formas.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado se hace necesario un cambio de cómo visualizamos nuestra manera de enseñar, cómo usamos los recursos del currículo y de las formas que permitimos a los alumnos representar sus aprendizajes. Es preciso repensar la mirada que se tiene de la cognición pensando el sistema sensorial, ya que no es visible en nuestros establecimientos.

En este sentido, a la hora de pensar en formas de enseñanza mediadas por tecnologías que le permitan a la escuela recuperar su lugar de desafío cognitivo otro aspecto que sería realmente crucial es que lo docentes implementaran el currículum desde esta perspectiva lo que haría posible una equidad real ya que se representa una gama de oportunidades para satisfacer las necesidades, requerimientos y talentos de los estudiantes que se encuentran en el centro educativo que lo practica, aunque esto significa una tarea difícil de llevar a cabo.

Conclusiones

En este artículo se pone de manifiesto como en la sociedad del conocimiento el desarrollo tecnológico ha propiciado profundas transformaciones de los espacios educativos o formativos y ha provocado el afloramiento de pedagogías y tecnologías emergentes. Las pedagogías emergentes han de permitir que se eliminen las barreras del conocimiento y favorecer el aprendizaje a lo largo de la vida.

Pueden considerarse como piezas claves de estos nuevos espacios educativos el aprendizaje “sin costuras”, la ecología del aprendizaje y el diseño del aprendizaje.

Existe una relación recíproca entre las pedagogías y las tecnologías emergentes. Por un lado, tecnologías que se han desarrollado a priori sin un propósito educativo terminan aplicándose con una finalidad educativa, y, por otro lado, los desarrollos tecnológicos son modificados por las diversas experiencias pedagógicas.

La implementación de las tecnologías emergentes en la educación y su aplicación a los nuevos fines educativos para que propicien la eficacia pedagógica precisa, tanto del impulso de nuevas teorías y metodologías de enseñanza, como de nuevas miradas que posibiliten observar el mundo de distinta forma.

En este contexto los profesionales de la educación han de desarrollar nuevas estrategias de adaptación y cambio para comprender cómo los elementos de las pedagogías emergentes (la tecnología, la pedagogía, el contenido, etc.) se interrelacionan y ocasionan transformaciones de sus prácticas educativas.

En definitiva, se puede afirmar que existe una relación recíproca y unívoca entre la enseñanza poderosa y la inclusión genuina de las tecnologías, las cuales tienen que ayudar a promoverla y atravesar la práctica educativa.