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¿TE Ayudo a comunicARTE?

Maria Jose Urrea Munuera

Publicado el 24/03/2021 18:03

Actualmente, las nuevas tecnologías nos ofrecen grandes ventajas en el mundo educativo. En las aulas, los libros de texto se han ido complementando con diferentes medios tecnológicos como ordenadores, tabletas, pizarras digitales o incluso con la utilización de la robótica. 

Somos conscientes de la dificultad que tienen los niños con Trastorno espectro autista (en adelante TEA) para comunicarse. Por ello, este artículo trata sobre la influencia que tienen las tabletas en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, así como también en el comportamiento y en la motivación por aprender en niños con TEA. Se exponen los beneficios que causan la integración de las tabletas en el alumnado con TEA para su enseñanza- aprendizaje a nivel social y educativo.

 Disponemos de gran cantidad de herramientas tecnológicas que pueden ayudar a las personas con discapacidad, Aparicio (2012) las llama tecnologías de apoyo a la discapacidad (TAD) y explica que resultan muy motivadoras adaptándose a las necesidades específicas de las personas que las necesitan.

Es fundamental dar a conocer que los niños con TEA presentan dificultades en la comunicación e interacción social. Además, en ocasiones pueden presentar comportamientos repetitivos y disruptivos. Estas características mencionadas están recogidas en el DSM-V.

No todos los niños con TEA van a adquirir un lenguaje oral, ello depende del grado de afectación. Por ello, cuando nos referimos a lenguaje no solo nos referimos al oral, sino a los distintos tipos de lenguajes que se recogen en el currículum, éstos son el lenguaje verbal, audio visual y tecnologías de la información y la comunicación, artístico, corporal y escrito. En la actualidad, los dispositivos tecnológicos, como las tabletas, pueden convertir los diferentes lenguajes en un lenguaje oral.

El autismo a lo largo de la historia ha sido considerado de distintas maneras.

El concepto diagnóstico del autismo ha visto modificada su definición en cada nueva edición del Diagnostic and Statistic Manual of Mental Disorders (Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) en adelante DSM. En el manual de diagnóstico DSM-I y DSM-II, en 1952 y 1968, el autismo era considerado como un signo de esquizofrenia.

Más tarde, en 1980, se comenzó a hablar de autismo infantil en el manual de diagnóstico DSM-III, y el 1987, se incluyó el trastorno autista.

El DSM-IV, publicado en 1994, definía el autismo y sus trastornos asociados como “trastornos generalizados del desarrollo” (TGD). En este manual, la categoría de los trastornos generalizados del desarrollo comportaban cinco subtipos de autismo: el trastorno autista, el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado (TGD no especificado) y el síndrome de Rett.

En el DSM-V, la definición de TGD, ha sido sustituida por el término “trastornos del espectro autista” (TEA), que han sido incluidos a su vez dentro de una categoría más amplia de “trastornos del neurodesarrollo” Este manual en lugar de hacer distinción entre los subtipos que establecía el DSM IV, especifica tres niveles de gravedad en los síntomas, así como el nivel de apoyo necesario.

En el  DSM-V el TEA es definido como un trastorno que: 

“se caracteriza por el déficit de la comunicación y la interacción social a través de múltiples contextos, incluyendo el déficit en la reciprocidad social, conductas comunicativas no verbales de interacción social, y los conocimientos en el desarrollo, mantenimiento y entendimiento de las relaciones” (Happé, del King´s, 2013)

La definición diagnóstica del autismo en el DSM-V se caracteriza por dos categorías de síntomas: 

  1. Deficiencias en la comunicación social (los problemas sociales y de comunicación se combinan) 
  2. Comportamientos restringidos y repetitivos.

El DSM-V propone 3 grados de autismo, cada uno se define por la necesidad de ayuda que requiera la persona para el desarrollo de su vida diaria.

  • Grado 1: Necesita ayuda. Sin ayuda, su comunicación social es deficiente por lo que causa problemas importantes. Presenta dificultad. Tiene dificultad para iniciar intervenciones y sus respuestas son atípicas. Parece que tiene poco interés para mantener relaciones sociales. Inflexibilidad de comportamiento. Dificultad para alternar actividades. Problemas de planificación y organización.  
  • Grado 2: Necesita ayuda notable. Problemas sociales de comunicación verbal y no verbal incluso con ayuda. Interacciones sociales limitadas y respuestas anormales. Inflexibilidad de comportamiento. Dificultad frente a los cambios, lo que le produce ansiedad.
  • Grado 3: Necesita ayuda muy notable. Deficiencias graves en la comunicación social verbal y no verbal. Interacciones sociales muy limitadas. Respuesta mínima.  Dificultad extrema de hacer frente a los cambios. Ansiedad intensa.

Los signos del TEA que definen los Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) se recogen desde tres aspectos:

- Desde un aspecto social.

- Desde un aspecto comunicativo.

- Desde un aspecto conductual.

Tal y como establecen Fiuza y Fernández, (2014) los objetivos generales de la educación del niño con TEA son:

  1. Desarrollar lo máximo posible sus posibilidades y competencias (autonomía, habilidades sociales, comunicación y aprendizajes funcionales). 
  2. Favorecer un equilibrio personal lo más armonioso posible. 
  3. Fomentar el bienestar emocional. 
  4. Aproximar a los niños con TEA a un mundo de relaciones significativas.

De acuerdo con los indicadores que presentan Martos, y Llorente, (2013), el modelo de intervención debe ser individualizado, partiendo de una evaluación previa de las destrezas y dificultades específicas de cada niño en todos sus ámbitos, respetando la necesidad de orden, estructura, anticipación y predictibilidad que muestra cada niño con TEA. Así mismo, las intervenciones con los medios tecnológicos que se apliquen deben incluir objetivos concretos que fomenten la comunicación y la adquisición de aprendizajes funcionales mediante actividades que permitan adquirir mayores niveles de autonomía y control sobre el medio, partiendo de sus intereses personales que le motiven para implicarse en el proceso de aprendizaje. 

Algunos de los modelos de intervención más importantes son:

El modelo de intervención combinada, TEACCH, permite identificar las habilidades de cada individuo en diferentes ambientes. Intenta mejorar la comunicación, la percepción, las habilidades motoras, el aspecto cognitivo y la imitación. 

El modelo de intervención conductual, ABA, análisis aplicado a la conducta, ayuda a los niños a aprender nuevas habilidades, mantener las conductas positivas, trasladar conductas a otra situación y reducir las conductas negativas.

Así mismo, siguiendo a estos autores, los programas de TEA  deben priorizar la adquisición de habilidades sociales y comunicativas para potenciar el desarrollo del lenguaje oral, su motivación hacia la comunicación y reducir la inflexibilidad conductual y mental. Para su desarrollo son necesarias las interacciones lúdicas con el adulto con el fin de aumentar la capacidad de atención y acción conjunta o el empleo más funcional y adaptado del contacto ocular. Además, resulta necesario trabajar la habilidad intrapersonal e interpersonal para que aprenda a comprender y autorregular sus propias emociones y conductas, y a respetar a los demás y poder relacionarse con ellos.

Por lo tanto, para poder abordar las necesidades que presenta el alumnado con TEA,  será necesario contar con el profesorado especialista en pedagogía terapéutica y en audición y lenguaje; así como cualquier otro docente, quiénes le ayudarán a trabajar las habilidades nombradas a través de técnicas conductuales y cognitivas como la visualización de conductas y su  dramatización, la implicación del resto de compañeros en el proceso de adquisición de habilidades sociales como modelos y coterapeutas, hacer autoinstrucciones verbales o escritas de cómo se afrontan distintas tareas o se resuelven los problemas, la restructuración cognitiva de sus pensamientos, o los autorregistros y contratos de conductas. 

Autores como Baird, Simonoff y Pickles (2006) señalan que estas dificultades nombradas anteriormente le acompañaran durante toda la vida, y su complejidad produce que una educación de calidad se convierta en un desafío para  que los docentes y escuelas puedan atender a estos sujetos. 

La enseñanza de adquisición de habilidades y comprensión de estados mentales es un reto para los docentes y profesionales que trabajan con alumnado con TEA, debido a lo compleja que resulta esta alteración en el desarrollo del niño. Por esta razón, inmensos esfuerzos de profesionales e investigadores de la educación se han encaminado al estudio del desarrollo de una intervención educativa dirigida a los niños con TEA, así como a la indagación de métodos destinados a ayudar a los niños con TEA a expresar sus sentimientos, Flores y Romeo (2008).

Además, estudios elaborados por  Chen y Bernard (1993); Moore y Calvert (2000); Parsons, Leonard y Mitchell, (2006) han confirmado que los trabajos de aprendizaje desarrollados en ambientes acomodados de herramientas digitales pueden animar y motivar el aprendizaje de los niños con TEA.

Por otro lado, con las investigaciones de Grandin, (1995), Jordan y Riding, (1995) podemos afirmar que las TICS amplían los conocimientos puesto que al mostrar la información de forma visual los niños con TEA comprenden y procesan mejor la información que si se realizara por el canal auditivo. Los estudios llevados a cabo por Herrera, Labajo y Fernández (2001) verifican que las imágenes visuales se consideran un refuerzo y una ayuda para la comunicación y para otras áreas de la educación. Estos autores confirmaron que las imágenes visuales facilitan el desarrollo de las habilidades, ya que aprendemos a comunicarnos y relacionarnos con los demás, y también  facilita el aprendizaje y la estructuración del pensamiento de los niños con TEA. 

Sánchez, (2004) considera que las tics contribuyen  a mejorar las habilidades y destrezas de los niños con TEA. Asegura que las tabletas ocasionan estabilidad y seguridad, puesto que se adaptan a sus necesidades y ritmos de trabajo y a sus capacidades, favoreciendo su aprendizaje. 

En el estudio de Murray (1997) se ha incorporado el hardware y software para estimular y favorecer el aprendizaje de niños con TEA, ya que las herramientas informáticas pueden ser útiles para alcanzar los objetivos curriculares, además de favorecer el trabajo de las alteraciones que caracterizan  el TEA.

De igual modo, la utilización de sistemas de comunicación alternativa, ayuda al desarrollo de procesos de comunicación organizados, puesto que posibilita la organización de símbolos, y así construir un proceso interactivo y dialógico con nuestro propio pensamiento y otras mentes. Pero para qué cause beneficios hay que hacer un uso adecuado de las herramientas tecnológicas, es decir, seleccionar previamente las aplicaciones y utilizarlas como complemento del aprendizaje en situaciones donde sea necesario. Profesores y familias deben  de establecer cómo, para qué, cuándo y que aplicaciones usar como instrumento de apoyo para que no se convierta en una herramienta que sustituya nuestras habilidades.

Asimismo, la comunicación alternativa es un área multidisciplinar de investigación que busca desarrollar y estudiar herramientas, procesos y técnicas que ayuden a las personas a comunicarse. Su importancia está en las técnicas y estrategias comunicativas empleadas para situaciones de comunicación. 

Un ejemplo de la utilización de las tics en los niños con TEA son las aplicaciones para tabletas de la Fundación Orange creadas en 2010. Estas aplicaciones están formadas por actividades lúdicas y educativas que contribuyen  a ver la conexión entre imagen real a través de pictogramas que están colocados sobre objetos reales y pueden ser personificados por el usuario. Así, se fomenta la comprensión  de pictogramas y de las relaciones causa- efecto, intentando que los niños con TEA puedan distinguir el significado de los iconos que representan  una acción. 

Para finalizar vamos a mencionar aplicaciones que favorecen la adquisición del lenguaje y comunicación e influyen en el comportamiento y en la motivación de los alumnos con TEA, éstas son: “Autism iHelp”, “Autism Lite”, “Autimo”, “Symbo Talk”, “Let Me Talk”, “Autism Speaks”, “Picaa”.

Vivimos en una sociedad en la que las TIC están en continuo esplendor y pueden ser un gran recurso educativo para los niños con TEA.

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