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Factores de riesgo del TDAH

Remedios Anquela

Publicado el 29/10/2019 12:10

El TDAH, o lo que es lo mismo, Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad, es algo muy común en la infancia. Es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta a una serie de áreas del cerebro, que son las responsables de controlar la atención, el movimiento y los impulsos.

Cuando aparece el TDAH se produce una alteración en esos mecanismos de control y esto conlleva deficiencias a la hora de realizar cualquier actividad que requiera tranquilidad, concentración y autocontrol. De hecho, aunque el TDAH sea un problema con origen neurológico demostrado, afecta a algo muy subjetivo, el comportamiento; está clasificado como un problema de conducta. Se caracteriza porque los niños/as se muestran con una actividad física excesiva, impulsivos y con problemas para mantener la atención en una única actividad de forma continuada.

Pero no solo existe el TDAH en niños y niñas, los adultos también pueden padecerlo aunque puede ser más difícil de diagnosticar, debido a que algunos de sus síntomas son causados por otras afecciones como la ansiedad o trastornos del estado de ánimo. Durante mucho tiempo, se ha considerado un trastorno propio de la infancia y de la adolescencia. Pero los síntomas no siempre desaparecen en la transición a la edad adulta; el trastorno puede continuar en muchos casos.

Hoy en día se desconoce el origen del Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad con exactitud y los factores específicos de riesgo que contribuyen a su aparición, a pesar de todas las investigaciones que se han llevado a cabo en este campo. Hasta la fecha, los estudios sugieren que no hay una única causa que provoque TDAH, sino que se origina como consecuencia de la interacción de muchos factores durante la etapa de gestación del niño/a y su posterior desarrollo infantil. 

Se ha demostrado que los factores de origen hereditario explican la aparición del trastorno casi en un 80% de los casos. Los estudios también consideran que el ambiente familiar (hogares desestructurados) y el entorno social (relaciones conflictivas) sólo pueden actuar como impulsores del TDAH pero no contribuyen a su aparición. Por tanto, existe también una serie de factores de riesgo psicosociales-ambientales que se han relacionado con la presencia del TDAH, aunque sean un porcentaje menor. Por tanto, en la manifestación del TDAH podemos distinguir entre factores de origen biológico/genético y factores psicosociales-ambientales. Es muy importante conocerlos para poder entender cómo se puede mejorar el funcionamiento de las personas con este trastorno. Algunos de ellos son:

•    Nacimiento prematuro.
•    Lesiones graves en la cabeza o daño cerebral al nacer.
•    Anatomía y función del cerebro, es decir, un nivel inferior en las partes del cerebro que controlan la atención y el nivel de actividad.
•    Problemas en el sistema nervioso central durante el desarrollo pueden influenciar en el trastorno.
•    Los genes y la herencia. Familiares consanguíneos con trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad u otro trastorno de salud mental, por lo que el TDAH puede ser hereditario, y los estudios señalan que los genes podrían estar involucrados.
•    Comienzo muy temprano de los síntomas.
•    Nivel intelectual bajo.
•    Las exposiciones prenatales, como el consumo de drogas, alcohol o tabaquismo por parte de la madre, o estrés y ansiedad maternas durante el embarazo.
•    Ser cuidado por una familia adoptiva.
•    Abandono temprano del hogar familiar (aquí se incluyen los niños y niñas adoptados).
•    Crianza mal orientada (muy permisiva o muy represiva, poco diálogo y poco realismo).
•    Bajo nivel socioeconómico en el entorno familiar o familia de clase muy alta.
•    Nivel cultural y social muy bajos con delincuencia y desarraigo familiar.
•    Rotación por muchos centros escolares.
•    Familia numerosa.
•    En ocasiones menos frecuentes, las toxinas en el medio ambiente, como por ejemplo, la exposición al plomo durante la infancia.

En definitiva, son muchos los factores de riesgo que pueden fomentar el desarrollo del Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad, además, casi toda las personas tienen algún síntoma similar en algún momento de sus vidas. Sería importante, para distinguir entre un comportamiento típico y un TDAH, conocer si son señales que solo ocurrieron de forma ocasional alguna vez o si los síntomas son lo suficientemente graves como para causar problemas continuos a lo largo de la vida.

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