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Musicoterapia aplicada a trastornos del lenguaje

Antonio Javier Gámez Sánchez

Publicado el 15/03/2021 22:03

La Musicoterapia se utiliza como influencia positiva en la reeducación y tratamiento especial en niños con problemas de lenguaje.

Es un medio de rehabilitación que incide tanto desde el punto de vista puramente fisiológico, como puede ser la ejercitación de la voz, movimiento, etc., como desde la perspectiva emocional e intelectual que proporciona un desarrollo afectivo y cognoscitivo.

La dinámica planteada de modelos melódicos y rítmicos influye en el desarrollo del habla intencional. El niño o la niña con capacidades diversas puede hallar más simple y atractivo el invento o la ejecución de una melodía, que la expresión simple de una palabra o de una frase. Para él o ella, cantar o realizar juegos de expresión musical y rítmica, representa un medio de expresión de gran valor emocional y placentero.

Las repeticiones verbales y algunos de los ejercicios propuestos en logopedia, le cansan o le aburren. Sin embargo, las actividades rítmico-musicales le agradan.

Los objetivos que se persiguen mediante estos ejercicios musicoterapéuticos, son:

  1. Motivar al paciente mediante una actividad fácil de disfrutar para utilizar el habla y el lenguaje.

  2. Proveer un ambiente agradable para el carácter repetitivo de ejercicios para el mejoramiento de la articulación.

  3. Mejorar el control sobre los mecanismos de respiración y fonación.

  4. Enseñar estrategias y patrones de comunicación.

  5. Elevar la autoestima

  6. Reforzar el aprendizaje de conceptos preacadémicos y académicos.

  7. Trabajar en el área de percepción auditiva.

En cuanto a las estrategias que podemos ver y trabajar, encontramos las siguientes:

  • Utilizar el ambiente musical para motivar al paciente a explorar su voz y los beneficios del lenguaje como medio para conectarse con otros. Estas actividades van desde la motivación a vocalizaciones y sílabas sin sentido hasta el encuentro con la palabra hablada, y desde actividades cantadas hasta actividades instrumentales en las que se enseñan los patrones básicos de comunicación.

  • Mediante actividades que involucren la actividad del canto y los mecanismos de respiración utilizados al cantar, el paciente puede empezar a desarrollar estrategias para un mejor control de los mecanismos de respiración y fonación.

  • Usando actividades de improvisación tanto instrumentales como vocales, permitir que el paciente explore la reciprocidad en el lenguaje como código de comunicación, y los patrones que lo rigen.

  • Al usar el ambiente musical e involucrar al paciente en la actividad de hacer música activamente lo cual resulta exitoso, se logra impactar positivamente la autoestima.

  • Al usar en principio mecanismos de comunicación no verbal, el paciente que tiene problemas de lenguaje y habla puede comunicarse exitosamente con el musicoterapeuta, la familia y/o los otros miembros del grupo (según estructura de las sesiones), disminuyendo considerablemente los niveles de frustración, y motivando al paciente a entrar al mundo de la comunicación.

  • Mediante el uso de canciones con instrucciones se refuerzan conceptos preacadémicos y académicos. Así mismo se usan canciones para aumentar el vocabulario y la complejidad del vocabulario manejado por el paciente.

Las técnicas musicoterapéuticas pueden ir dirigidas hacia objetivos terapéuticos para las habilidades comunicativas en tres modos diferentes.

  • Primero, las actividades musicales y las experiencias pueden ser buenas motivadoras y facilitadoras para animar a los menores a comunicarse, ya sea de forma verbal o no verbal. Cantar, combinar la música y el teatro o, simplemente, estar involucrado en una actividad musical divertida con otras personas puede animar o motivar al niño a participar en la comunicación.

  • Segundo, la música puede servir como un refuerzo eficaz para animar y reforzar un comportamiento comunicativo. El niño puede ser premiado por hacer una pregunta adecuada ofreciéndole la oportunidad de tocar un instrumento musical o escuchar una canción favorita.

  • Tercero, existen varias técnicas de logopedia que utilizan materiales musicales para remediar deficiencias del habla. Se utilizan las técnicas basadas en la terapia de la entonación melódica y del enfoque de estimulación.

Las técnicas rítmicas han demostrado su éxito en el tratamiento de algunas personas afectadas por trastornos de fluidez, como el tartamudeo.

Un menor que tartamudea puede incrementar su fluidez a través de hablar con ritmo o de utilizar unas fuertes inflexiones melódicas.

Algunas personas con tartamudeo pueden ser capaces de ralentizar sus verbalizaciones rápidas e incomprensibles a través de técnicas similares. En los trastornos de la voz, unos ejercicios vocales pueden ayudar a remediar la anormalidad de la altura, el volumen, el timbre, la respiración y la prosodia del habla.

Es de fundamental importancia destacar que ser musicoterapeuta no es tarea fácil. Se trabaja con personas, seres humanos que sufren, sienten y necesitan ayuda. En este punto, el usuario, paciente o beneficiario, se entrega en manos de un profesional, confiando en que éste podrá ayudarle y acompañarle en su proceso de restauración o reconstrucción personal. Es muy importante tener una buena formación para aplicar las diversas técnicas de musicoterapia.

 

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